Días atrás los porteños y turistas amanecieron que con una postal nunca antes vista: el icónico Obelisco de Buenos Aires estaba "vestido" de plástico. La iniciativa fue organizada por el Gobierno de la Ciudad para generar conciencia sobre la importancia del tratamiento de estos materiales. 

La instalación estaba compuesta por 15 mil kilos de plásticos recuperados de los residuos locales. Estos plásticos fueron compactados en 100 fardos de entre 100 y 200 kilogramos cada uno, dispuestos alrededor del monumento. 

La iniciativa busca destacar las toneladas de residuos que podrían ser recuperadas como nuevos recursos con valor social y económico si cada individuo se comprometiera con la separación de residuos en sus hogares.

Según informó el Gobierno, los fardos de plástico recuperado se elaboran en los 16 Centros Verdes de la Ciudad, donde se depositan los materiales reciclables separados por los vecinos en los contenedores o Puntos Verdes. Una vez allí, los materiales como cartón, plástico, metal y vidrio se procesan y clasifican, y en el caso de los plásticos, se compactan en fardos antes de ser comercializados o procesados para reintegrarlos al circuito productivo como materia prima. Más de la mitad de los residuos separados por los vecinos en sus hogares se recuperan de esta manera. Los fardos presentes en el Obelisco fueron cedidos para esta acción por dos cooperativas de recuperadores urbanos: Baires Cero y Recuperadores Urbanos del Oeste (RUO).

Esta acción, realizada por el Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad, se complementó con un mapping en dos de las caras del Obelisco con mensajes relacionados a la concientización sobre el reciclaje y el Día Mundial del Reciclaje, así como intervenciones en las sendas peatonales de avenida Corrientes y Diagonal Norte con mensajes alusivos, que se efectuaron entre el viernes y el sábado.