Botellas de amor y ecoladrillos: para qué sirven y en qué se diferencian

Desde hace años los envases vacíos de gaseosas y toda clase de bebidas han dejado de ser sólo un desecho plástico condenado a la basura o, en el peor de los casos, a la deriva de los océanos. La solución impulsada por los expertos para implementar en casa son las botellas de amor y los ecoladrillos. 

Ambos elementos permiten la reducción de los residuos de entrecasa a través del relleno de un envase, al que se le dará una segunda vida. Las diferencias radican en los desechos que se emplean y el tratamiento posterior que se le otorgará a la botella.  

Las denominadas botellas de amor son una iniciativa que surgió en la Ciudad de Medellín, Colombia, y que rápidamente se propagó en la región. La idea es que cada familia incorpore hábitos de vida sustentables y colabore con la reducción de desechos ecobotellas para producir materia prima para la industria de la madera plástica.

Las ventajas de la madera sustentable o plástica es que es muy duradera, resiste la corrosión y, a diferencia de la madera tradicional, no requiere tanto mantenimiento y no se astilla. Por lo tanto, es común encontrarla en mobiliario urbano, juegos de plaza, pisos y hasta viviendas.

Las botellas de amor pueden ser de cualquier forma tamaño o color, se rellenan de plásticos flexibles (fundamentalmente los identificados con los sellos 5 y 7) como los envoltorios de alimentos, papel film, bolsas de supermercado, vajilla descartable, sachets, envoltorios de snacks, arroz, polenta o fideos; pero también pueden incluir cepillos de dientes, hisopos (sin el algodón) y lapiceras (sin sus partes metálicas). Es fundamental recordar que no debe integrarse nada que no sea de plástico y que todos los desechos estén comprimidos en el interior y secos. 

En Buenos Aires, para la renovación de los pisos del Puente de la Mujer en la Ciudad de Buenos Aires se utilizaron cinco toneladas de madera sustentable que se fabricó a partir de unas 100.000 botellas de amor que los ciudadanos fueron llenado y llevando a los Puntos Verdes de la ciudad.

Por su parte, los ecoladrillos se pueden rellenar con plásticos flexibles, pero también con cartones, cajas, papeles, envases de aluminio, telgopor, látex, telas y toda la basura doméstica no orgánica que se genere. Además, a diferencia de las ecobotellas o botellas de amor, es recomendable que los envases sean de 1.5 litros, dado que sostener una simetría en el tamaño permitirá facilitar su uso en la construcción. 

Para que un ecoladrillo funcione el relleno de estar bien compactado, si es necesario se recomienda cortarlos para que todos los espacios de la botella queden rellenos. Estos elementos se utilizan como bloques de construcción de estructuras y muros.  ¿Cómo? Se apilan y se van uniendo con silicona, cemento o se van atando unos a otros hasta ir formando la estructura buscada.

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