Esperanza verde en América Latina: Boric asumió en Chile con una agenda ecológica

El pasado 11 de marzo se ratificó el cambio de gestión en el Palacio de la Moneda y Gabriel Boric juró como nuevo presidente de Chile. El joven líder progresista prometió un gobierno de perfil innovador, feminista y con consciencia ecológica. 

Las expectativas sembradas sobre el presidente entrante no son pocas: durante su campaña, en la que se enfrentó a la poderosa ala conservadora del país transandino, prometió un giro radical hacia políticas verdes, la implementación de programas de desarrollo sostenible y una fuerte inversión en energías renovables. 

Sus primeros pasos fueron alentadores. A menos de un mes de su asunción, firmó el Acuerdo de Escazú, un tratado internacional ratificado por 24 países de América Latina y el Caribe que pretende garantizar el acceso a los derechos medioambientales y proteger a los activistas medioambientales y la biodiversidad en tiempos de emergencia climática.

La adhesión de Chile a esta carta, impulsada tras la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible celebrada en 2012, fue planteada por el primer Gobierno del conservador Sebastián Piñera (2010-2014) pero fue desechada durante su segundo término en el Palacio de la Moneda (2018-2012) por presiones de la industria y la minería.   

"Desde América Latina y el Caribe estamos hablando al mundo, ustedes, luchadores y luchadoras por el medio ambiente, luchadores y luchadoras por la vida, nos han enseñado a perseverar", dijo por su parte el presidente Boric, quien subrayó que la firma es uno de los compromisos ya cumplidos de su campaña electoral. Ahora es el Parlamento el que deberá debatir el pliego y resolver si acompaña la primera pedida del flamante Jefe de Estado de la agenda ambiental. 

El recambio del gobierno tiene lugar mientras se consolida la nueva carta magna de Chile. En este sentido, diversos representantes elegidos para su redacción anticiparon que se introducirán diversos puntos relacionados a la preservación del medioambiente. 

La plataforma de campaña del lí­der de Apruebo Dignidad sostenía que Chile debe declararse en “estado de emergencia climática” y anticipaba que en caso de ser elegido para conducir el país crearía un Fondo Soberano de Adaptación al Cambio Climático y desarrollaría una Estrategia de Adaptación Transformadora a la Crisis Climática, de mediano a largo plazo y con enfoque en las regiones.

"Chile debe reconocerse y declararse en estado de emergencia climática. Aunque no es responsable de esta crisis, sufrirá sus impactos más agudos si no se adapta y contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Además, debemos cumplir nuestros compromisos climáticos internacionales y ser más ambiciosos en su formulación, fortaleciendo nuestras metas de mitigación de mediano y largo plazo para adelantar la meta de ser un país carbono neutral, y articulando dicha meta con acciones ambiciosas de adaptación y protección de nuestros ecosistemas terrestres y marinos, como glaciares, costas y océanos", describe su plan de gobierno. 

Uno de los principales desafíos del presidente más joven de la historia chilena será implementar una "Política Nacional de Seguridad Hídrica que garantice el derecho humano al agua y el saneamiento, con un enfoque de protección y restauración de los ecosistemas", en un país que ha recibido numerosas críticas internacionales por la privatización de sus sistemas de saneamiento y distribución durante las últimas décadas.   

  • Banner
  • Banner