Green Bond Meter, la primera criptomoneda que protege a los bosques

La depredación de los bosques nativos y humedales se agrava año a año en decenas de países del mundo, pese a las advertencias emitidas por los organismos especializados sobre sus consecuencias en el cambio climático. Esta vez, la fusión de dos empresas permitió el lanzamiento de una apuesta más que innovadora para revertir esta tendencia: una criptomoneda que protege entornos naturales. 

Green Bond Meter nació de la unión de dos empresas, las cuales realizaron una alianza estratégica para crear este innovador proyecto: Heimdall Technologies OÜ, con sede en Tallin (Estonia) y Nideport SA, con sede en Montevideo (Uruguay).

GBM tiene un sólo objetivo: colaborar con el medio ambiente y salvar al ecosistema misionero. Se trata de una Ecofintech que busca proteger las tierras y ecosistemas dañados a través de la tokenización. Mediante su plataforma, sus creadores presentan el proyecto como "una solución innovadora y diferente en pos de la recuperación del patrimonio natural". Y amplían: "Te invitamos a salvar 1 m2 de biosfera, es decir, 1 m2 de tierra virgen en la selva paranaense, provincia de Misiones en República Argentina, a través de la adquisición del token virtual Green Bond Meter Coin (moneda GBM). Al cabo de un año, este criptoactivo generará un bono GBM (Bono de Carbono), con el que no solo podrás contribuir a la conservación de este espacio natural sino también vender y ganar dinero".

GBM es un token o una criptomoneda respaldada en la preservación de un metro cuadrado de selva. Juan Núñez, cofundador y CEO, le explicó a Forbes: "Eso nos permite validar ese token a través un mapa digital, en el cual el usuario designa la cantidad de metros cuadrados que quiere preservar con su compra".

Para obtener beneficios, los inversores en GBM pueden tener trazabilidad y también hacer Ecobranding, es decir poner su foto y la marca para demostrar que están accionando contra la crisis climática. Pero además tienen acceso a créditos de carbono que emite esa tierra que se cuida. Todos los años, al cuidar y preservar estos espacios, se generan créditos de carbono y quienes tienen esa parcela pueden comprarlos con un 50 % de descuento y antes de que salgan al mercado. O sea, que no solo pueden ayudar al medio ambiente sino también ganar dinero.

Según los especialistas, esta criptomoneda está destinada a tres tipos de mercados: en primer lugar, las personas que invierten en criptomonedas en general; a ambientalistas que realizan un aporte mensual o tienen "determinado dinero designado para este tipo de acciones y les gusta el proyecto", y a las empresas "que puedan determinar su huella de carbono y se comprometen a una reducción de la misma para 2030, compran al token a menor precio y tiene 99,9 % de descuento en crédito de carbono hasta que recuperen su inversión", explicó.

La primera emisión de GBM, que ya está a la venta por 1.09 dólar por unidad, estará asociada a la selva paranaense en Misiones, donde los impulsores de la iniciativa comenzaron a fines del año pasado el proceso de reconversión integral de un campo de 25.000 hectáreas. El proyecto prevé poner a la venta 245 millones de GBM coins en seis etapas.

La meta final de GBM es lograr la recomposición natural de un millón de hectáreas en 10 países distribuidos en los cinco continentes en los próximos 10 años, comenzando por la Selva Paranaense en la provincia de Misiones. Transcurridos 100 años, las tierras pasarán a ser propiedad del Estado nacional en cuya jurisdicción se encuentren las tierras, bajo compromiso de conservación. "Es posible cuidar el medio ambiente y además obtener una recompensa a cambio", invitan a los inversores. 

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