Por qué es histórico el acuerdo ambiental entre Emiratos Árabes, Azerbaiyán y Brasil

Aunque la COP28 concluyó hace semanas con un acuerdo histórico para poner fin a los combustibles fósiles, su saldo todavía generarepercusiones positivas en la lucha contra el cambio climático. Ahora se acabade confirmar que el país anfitrión de la edición 2023 firmó un acuerdohistórico con Azerbaiyán y Brasil para garantizar que los próximos encuentrosanuales sean superadores en términos de propuestas y metas.

Los 198 países signatarios del acuerdo final de la COP28 instaron a lastres presidencias a trabajar conjuntamente en "una hoja de ruta" paracontener el calentamiento global a 1,5ºC respecto a la era preindustrial, elobjetivo más ambicioso fijado por el Acuerdo de París de 2015.


Este trío de países deberá trabajar para "garantizar la colaboración y la continuidad necesarias para mantener a la vista la estrella polar de 1,5ºC desde Bakú hasta Belém y más allá", dijo el presidente emiratí de la COP, Sultan al Jaber, citado en un comunicado.

Aún lejos de las metas pactadas en el Acuerdo de París, los compromisos actuales de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero sitúan al mundo camino de aumentar entre 2,5 y 2,9 ºC en este siglo, según los cálculos de la ONU. En efecto, el umbral de 1,5ºC puede alcanzarse en el lustro de 2030-2035, según las últimas estimaciones del panel de expertos climáticos de la ONU (IPCC). Estos científicos alertan que cada décima de grado suplementaria intensifica y multiplica los fenómenos meteorológicos extremos.

Por eso, Brasil, los Emiratos Árabes y Azerbaiyán tendrán la difícil tarea de "reforzar considerablemente la cooperación internacional y el entorno internacional favorable para impulsar la ambición en el próximo ciclo de contribuciones determinadas a nivel nacional".

Con estas contribuciones, los firmantes se refieren a los planes de reducción de emisiones de cada país (NDC en inglés), que deben revisarse al alza antes de la COP30 de la ciudad brasileña de Belém en 2025.


De cara a la edición de 2024, se advierte un espinoso debate sobre el desbloqueo de la financiación para los países en desarrollo. La cuestión se presenta como un tema central de la COP29 en la capital azerbaiyana Bakú, que debe fijar un nuevo objetivo en la ayuda financiera climática aportada por los países industrializados.

De ahora a 2030, los países en desarrollo, sin contar China, necesitarán anualmente unos 2,4 billones de dólares, según las estimaciones de los expertos de la ONU.

En efecto, para cumplir con el límite de 1,5ºC, "será esencial establecer un nuevo objetivo en materia de financiación que refleje la magnitud y la urgencia del desafío climático", declaró el presidente de la COP29 en Azerbaiyán, Mukhtar Babayev.

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