La laguna saneada del Parque de la Biodiversidad de Córdoba ya se convirtió en el hogar de la fauna local

Apenas algunos años atrás era inviable pensar que la laguna del exzoológico de Córdoba pudiera recuperar su esplendor y convertirse en el refugio de decenas de especies locales. La inauguración del nuevo Parque de la Biodiversidad lo hizo posible en menos de un mes.

El ya famoso espejo de agua, que fue saneado luego de 32 años de abandono por parte de anteriores gestiones, es ahora el hábitat de numerosas especies de la fauna autóctona, que viven en libertad. Como parte del cambio de paradigma, luego del cierre del exzoológico, los animales ya no se encuentran exhibidos para el entretenimiento de las personas, sino que estas están al servicio de ellos.

El Parque de la Biodiversidad es uno de los más recientes orgullos de la ciudad de Córdoba y una de las promesas que el intendente Martín Llaryora había formulado al asumir en 2019. 

La laguna forma parte del recorrido de la nueva propuesta del Parque de la Biodiversidad, como el punto central de una de las tres regiones de la visita: la Región Mar de Ansenuza. De esta forma busca emular las características del Mar de Ansenuza o Laguna Mar Chiquita, ubicada al noreste de la provincia de Córdoba, que es hábitat de numerosas especies autóctonas.

La laguna tiene una superficie de 500 m², cuenta con costas para que las aves puedan anidar y renueva su contenido de agua constantemente mediante purificadores, bombas y cañerías nuevas.

Además es alimentada por pequeños canales artificiales que simulan los cinco ríos de Córdoba: Primero o Suquía, Segundo o Xanaes, Tercero o Ctalamochita, Cuarto o Chocancharava y Quinto o Popopis.

En el Parque de la Biodiversidad se pueden divisar patos, cisnes, flamencos y tortugas de laguna, que ahora cuentan con un espacio habitable en condiciones de vida favorables.

Es que como parte de las obras de recuperación, la Municipalidad de Córdoba ejecutó un plan de saneamiento de estas aguas, que incluyó su primera limpieza luego de 32 años y su vaciamiento total por primera vez en la historia.   

El proceso demandó la extracción de 2,4 millones de litros de agua y 1,7 metros de sedimentos acumulados permitió trabajar en el sector con la impermeabilización con materiales específicamente seleccionados para no condicionar el PH del agua ni dañar a los animales. Esto formó parte de un proceso de fitorremediación para eliminar la generación de barros, de olores desagradables y restaurar los niveles de oxígeno disuelto que permiten el desarrollo y la vida acuática.

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