Un satélite de la NASA revela qué países emiten carbono y cuáles lo absorben: ¿de qué lado queda Argentina?

La NASA informó que cuenta con un proyecto piloto que ya calculó las emisiones y absorciones de dióxido de carbono en más de un centenar de países concretos utilizando mediciones por satélite.

La investigación ofrece una nueva visión del dióxido de carbono que se emite en estos países y de la cantidad que los bosques y otros "sumideros" que absorben. En el gráfico difundido por la agencia, los países en los que se eliminó más dióxido de carbono del que se emitió aparecen como depresiones verdes, mientras que los países con mayores emisiones son de color canela o rojo y parecen salirse de la página.

El estudio internacional, publicado en Earth System Science Data y realizado por más de 60 investigadores, utilizó mediciones realizadas por la misión Orbiting Carbon Observatory-2 (OCO-2) de la NASA, así como una red de observaciones desde la superficie, para cuantificar los aumentos y descensos de las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono entre 2015 y 2020. Gracias a este enfoque basado en mediciones (o "descendente"), los investigadores pudieron inferir el balance de la cantidad de dióxido de carbono emitido y eliminado.

Como se preveía, Argentina sostiene un lugar entre los países verdes, lo que implica que elimina más dióxido del que emite, como varias otras naciones de América Latina.

Aunque la misión OCO-2 no se diseñó específicamente para calcular las emisiones de los distintos países, los resultados de los más de 100 países llegan en un momento oportuno. El primer inventario mundial -un proceso para evaluar el progreso colectivo del mundo hacia la limitación del calentamiento global, como se especifica en el Acuerdo de París de 2015- tendrá lugar en 2023.

Los enfoques tradicionales basados en actividades (o "ascendentes") para la medición del carbono se basan en el recuento y la estimación de la cantidad de dióxido de carbono que se emite en todos los sectores de una economía, como el transporte y la agricultura. 

Desarrollar una base de datos de emisiones y absorciones mediante un enfoque descendente podría ser especialmente útil para las naciones que carecen de los recursos tradicionales para elaborar inventarios, afirman los autores del estudio. De hecho, las conclusiones de los científicos incluyen datos de más de 50 países que no han notificado emisiones durante al menos los últimos 10 años.
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