Conocé una app y un programa que combaten el desperdicio de alimentos en Argentina

El flagrante desperdicio de alimentos durante las distintas etapas de cosecha, envasado y distribución es una de las problemáticas más alarmantes de la actualidad, especialmente si se toma en cuenta que la tasa de desecho alcanza el 15 % del total. Argentina no es la excepción a la regla y cerca del 12, 5 % de la comida no llega a los consumidores, sin contar la que se pierde en las casas y restaurantes.  

Además, la pérdida y el desperdicio de alimentos contribuyen en gran medida a la crisis climática, ya que explican un 10 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.

Frente a esta situación, se están implementando en el país diversas iniciativas para combatir esta problemática. Una de ellas es el programa Reducción de Pérdidas y Desperdicios y Valorización de Residuos (PRP) del Mercado Central de Buenos Aires que desde su inicio en 2020 hasta noviembre del 2022 redujo en un 46% las pérdidas de alimentos, gracias a la donación de 2.5 millones de kilos de alimentos para consumo y la generación de 3.8 millones de kilos de residuos para el compostaje.

"Era muy importante el volumen de desperdicio y como nunca había un sistema para recuperar ese alimento o residuo orgánico, terminaba todo en el Ceamse", explicó a la agencia de noticias Télam Marisol Troya, gerenta de Calidad y Transparencia de la Corporación del Mercado Central de Buenos Aires, quien también alertó que "sigue siendo un problema importante en el mundo la cantidad de desperdicios de alimentos".

El programa del Mercado Central tiene el impacto ambiental porque evita la generación de residuos, ya que se estima que los desechos alimenticios representan más del 40 % del total de la basura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y más del 37 % en el Área Metropolitana de Buenos Aires, según un estudio del Instituto de Ingeniería Sanitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA).

Asimismo, cuenta con un impacto social porque además de los comedores beneficiados por el programa, dieron trabajo a 24 personas en situación de vulnerabilidad social que antes iban a los volquetes a buscar frutas y hortalizas para consumir o vender.

"Ahora son trabajadores con derechos", destacó Troya y llamó a "trabajar la dimensión normativa" porque "en el país no tenemos una ley de reducción de pérdida de alimento".

Otra estrategia para combatir el desperdicio de comida es la aplicación Winim, que vende productos en sobrestock de empresas de alimentos por problemas de sobreproducción, packaging defectuoso (pero que mantiene la calidad del producto), cambios en su envoltorio o imagen de marca o fecha de vencimiento cercana.

"Lo que hicimos fue encontrar en el gran producto de sobrestock de grandes de empresas, localizamos lo que no se va vender, lo conseguimos con un gran descuento, y lo llevamos a la barrios populares, por ejemplo en el Barrio Padre Mugica, Rodrigo Bueno o la Fraga", contó a la agencia Télam Santiago Guglielmetti, uno de los fundadores de Winim.

"Es gigante el desperdicio en Argentina: 1 de cada 3 platos de comida termina en la basura", ejemplificó y subrayó que "nuestro país es un gran productor de frutas y verduras, y en ese sector es muy importante el desperdicio. En pescados y mariscos puede llegar al 50 %", puntualiza.

Según el fundador de Winim, una posible solución a esta problemática es mejorar la infraestructura y logística del transporte, porque "a veces más barato tirarlo que trasladar los productos".

Por último, tanto Guglielmetti como Troya, coincidieron en que los consumidores en sus hogares pueden realizar distintas acciones para combatir el desperdicio de alimentos, como la compra de alimentos de estación y el compostaje. 

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