¿Pueden las microalgas salvar a nuestro planeta?

Algae Innovations Solutions (ALIS) es una marca de Biotecnología y Biorrefinería de México, empresa regiomontana que viene adelantando un innovador y fascinante proceso de investigación y desarrollo biotecnológico, basado en microalgas.

Estos microscópicos organismos, que desarrollan proceso de fotosíntesis, han demostrado tener un mayor potencial que los árboles, pues su producción de oxígeno es más eficiente, y son la materia prima utilizada por este innovador equipo investigativo, en la purificación de aguas residuales, la captura de carbono y la filtración biológica del aire.

Al finalizar el proceso desarrollado por ALIS, se obtiene agua potable,  un aire libre de agentes contaminantes y una biomasa (compuesta por las microalgas) que permite procesar productos sustentables que se emplearán en sectores industriales tan diversos , como el cosmético o el de alimentos.

Hasta el momento, ALIS ha trabajado a nivel local con gran éxito y sus investigaciones han recogido los esfuerzos que la Biotecnología ha acumulado en más de sesenta años en la investigación a nivel mundial, pero enfocándose en su aplicación para resolver, de manera formal, problemas reales de nuestro planeta, que involucran transversalmente a muchos mercados.

Los jóvenes científicos mexicanos, Ramón de Hoyos y Daniel Garza,  fundadores y directores de ALIS,afirman que revertir las condiciones contaminantes actuales es posible, pero hacerlo supone un cambio sistémico que puede llegar a durar por lo menos veinte años.

No se puede precisar la huella definitiva que dejarán estas investigaciones. Pero con toda certeza, propuestas como esta se necesitan hoy , si queremos salvar a nuestro planeta.

En este orden, la gestión de la empresa sigue generando nuevos proyectos que puedan posibilitar su expansión, traspasar fronteras y brindar beneficios a la población de otros lugares de la región. No es una tarea fácil, y para ello adelantan alianzas estratégicas con centros de investigación e instituciones universitarias, como la Universidad Autónoma de Nuevo León, de donde ambos científicos son egresados.

Concretamente, con la Facultad de Ciencias Biológicas y el Instituto de Biotecnología de dicho plantel, han establecido un vínculo de cooperación, que aspira a fortalecer el desarrollo de nuevos proyectos que impacten transversalmente a numerosos sectores, permitan enfocarse en la ampliación de los servicios que ya ofrecen, y abarquen innovadoras propuestas multidisciplinarias.

Su propósito no es llegar a la sustitución de áreas de bosques ni remplazar las áreas verdes de las zonas urbanas. La meta es mitigar el impacto contaminante, complementando la función fotosintética que cumplen los árboles, o emprender un proceso de recuperación ambiental en zonas que cuentan con una baja arborización.

ALIS ha recibido importantes reconocimientos por su gestión biotecnológica. Han participado exitosamente en los Premios Latinoamérica Verde y el año pasado fue reconocida como la empresa de tecnología verde más importante de México, por el X Challenge,

El proyecto que les llevó a esta distinción fue la implementación de un reactor de microalgas, cuyo funcionamiento alcanzó la producción de oxígeno equivalente a la de 700 árboles y purificó 90000 litros de agua en un año. Todo esto en tan solo cuatro metros cuadrados. Se estima que el impacto generado equivale a la producción del oxígeno que respiran 16000 personas en un año.

El itinerario de esta empresa se concibe hacia la implementación de proyectos que se desarrollen en espacios industriales y urbanos, que beneficien cada vez a una mayor población.

En la ciudad de Monterrey se desea crear un Megaparque  de dos hectáreas y media, destinadas al funcionamiento de biofiltros, cuyo objetivo primordial será la captura de carbono, la producción de oxígeno y la obtención de biomasa para su posterior comercialización. 

Las proporciones del beneficio estimado son asombrosas: se calcula que obtendrán el oxígeno equivalente al que producirían nueve millones de árboles, en una extensión que no podría albergar sino apenas a 5000 árboles físicos.

Con todo esto, se puede afirmar que los resultados obtenidos por ALIS, se conectan directamente con la satisfacción de tres de los objetivos de desarrollo sostenible formulados por la ONU: agua limpia y saneamiento, acción por el clima, y ciudades sostenibles y comunidades.

Esta sorprendente empresa continúa sorteando los obstáculos propios de la innovación en nuestro contexto latinoamericano. Gradualmente ha ido encontrando aliados que apoyan su labor, inversionistas que creen en su trabajo y caminos para adaptarse a las nuevas situaciones.

Su convicción y rigor científico  le impiden detenerse ante las dificultades inesperadas y le permiten transitar por un camino del conocimiento y la innovación, que aún no se ha recorrido por completo. 

No se puede precisar la huella definitiva que dejarán estas investigaciones. Pero con toda certeza, propuestas como esta se necesitan hoy , si queremos salvar a nuestro planeta.

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