Cryptogranjas: De desechos a bitcoin

Desde su surgimiento en el año 2009 de la mano del bitcoin, el mundo de las criptomonedas es noticia a diario en casi todos los países del mundo. Si bien sus fluctuaciones de precio es lo más comentado, otro de los temas que siempre ronda es el de la contaminación ambiental.

Podría decirse que el gasto energético de la tecnología del blockchain –a raíz de la cual funcionan las criptomonedas– es el talón de Aquiles del fenómeno cripto. De acuerdo al último reporte de Digiconomist, las huellas totales de Bitcoin anualizadas muestran un consumo energético similar al de toda la Argentina y una huella de carbono equivalente a la que produce anualmente un país como Turkmenistán.

"Cuando bitcoin empezó a tener mala prensa porque consumía mucha energía, empezamos a investigar cómo se podía solucionar, porque somos creyentes de lo buena que es la economía digital y la tecnología del bicotin", cuenta José Sarasola, CEO de Cryptogranjas y fundador de la empresa junto a Kevin Belcher, Joaquin Driollet, Luis Merello y Sebastian Sarasola. 

El minado de criptomonedas insume mucha energía y gran parte de la electricidad proviene de combustibles fósiles, de ahí que uno de los grandes desafíos en el universo del minado sea encontrar otras fuentes sustentables de energía.

El proceso de minado de criptomonedas consiste en validar y dejar constancia de las transacciones que realizan los usuarios en una determinada red de bloques. En el caso de bitcoin, para realizar esa tarea de validación y generar o minar nuevas monedas, se requiere resolver acertijos matemáticos complejos, para lo cual es necesario grandes poderes de cómputo y esto implica un gran insumo energético. De ahí la importancia de esta iniciativa sustentable.

Cyrptogranjas, es una empresa argentina que surge buscando reducir el consumo energético de la minería de datos, y se dedica a transformar desechos de la industria primaria en energía limpia para minar bitcoins.

¿Cómo funciona Cryptogranjas?

El primer paso del proceso es recolectar los residuos y desechos de lugares como criaderos intensivos de cerdos o pollos, Feedlots, frigoríficos, tambos o incluso fábricas industriales de alimento.

"Una vez conseguidos los residuos los transportamos a nuestra planta donde los almacenamos en biodigestores, que lo que hacen es generar un cultivo de bacterias que se alimentan de esos desechos y los transforman en gas metano", explica Sarasola.

Estos biodigestores son contenedores herméticos para residuos orgánicos cuyo control está a cargo de un ingeniero químico, quien se encarga de mantener siempre un ambiente propicio para la proliferación adecuada de las bacterias. Luego de obtenido el gas limpio, se lo transporta a través de un gasoducto hasta un generador a gas el cual produce electricidad que después es almacenada o directamente utilizada para alimentar las granjas de minería de bitcoin de la empresa.

"Lo interesante del proyecto es que ese gas contaminante nosotros lo utilizamos e impedimos que llegue a la atmósfera. Por eso la electricidad que generamos no solamente es energía verde sino que además retiramos desechos tóxicos del medioambiente, lo que nos convierte en una empresa no sólo carbono neutral sino carbono positiva", agrega Sarasola. Al mismo tiempo, explica que el resto de los desechos que quedan una vez extraído el gas metano son convertidos en fertilizante que la empresa riega en los campos aledaños.

Con una inversión que ya alcanza los 3 millones de dólares, actualmente Cryptogranjas cuenta con una planta en la provincia de Córdoba donde generan un total de 540.000 kilowatts-hora de energía por mes que alimentan a 265 máquinas de minería, logrando minar 2,5 bictoins mensuales. Entre empleados directos e indirectos, la empresa cuenta hoy con 37 personas trabajando en el proyecto.

Entre sus próximos planes la empresa abrirá una nueva planta en la provincia de Córdoba en conjunto con la compañía Helios Energía Limpia y buscará además construir una tercera cryptogranja en la provincia de Buenos Aires. Esta última será la apuesta más grande de la compañía, ya que será una mega planta que costará cerca de 10,8 millones de dólares y donde se generarán 1.440 megawatts-hora por mes de energía verde.

"La idea es poder tener esa granja activa en un año. Ahora estamos en la etapa de factibilidad, viendo en qué localidad de la provincia nos conviene instalarla y estamos en la ronda de inversiones, teniendo ya una muy buena aceptación de empresas privadas que quieren sumarse. Sin embargo, nuestro proyecto a futuro es no quedarnos en tres plantas, sino lograr que más empresas empiecen a transformar su modo de minar bictoin, generando energía verde", sostuvo Sarasola.

Si bien existen granjas que utilizan energía solar o eólica, que son energías renovables porque no contaminan el medioambiente, es decir, no perjudican, pero tampoco benefician. Son pasivas.

Las Cryptogranjas son únicas, porque tienen un efecto descontaminante, que el resto no tiene. Quitan la basura del medio ambiente, transformando algo tóxico en algo positivo. Este factor descontaminante es totalmente revolucionario, y posiciona a las bio-cryptogranjas como el modelo ejemplar de minería sustentable. La empresa CryptoGranjas tiene como objetivo seguir desarrollándolo y replicándolo en todo Latinoamérica.

  • Banner
  • Banner