Igus, una bicicleta fabricada con plástico reciclado

El fabricante alemán Igus y la empresa holandesa MTRL han presentado recientemente Igus:bike, la primera bicicleta fabricada con más del 90% de plástico reciclado.

Una solución original producida únicamente con fuentes renovables y ya probada según las normas de seguridad europeas.

La idea se le ocurrió al director general de igus, Frank Blase, durante unas vacaciones en Florida en 2009, mientras hablaba con los empleados de una empresa de alquiler de bicicletas en la playa.

En ese momento, Blase se enteró de que uno de los principales problemas del servicio era la continua exposición a la arena, el viento y el agua salada, que a menudo reduce la vida útil de las bicicletas utilizadas a sólo tres meses.

Exactamente 10 años más tarde, en colaboración con MTRL, comenzó el desarrollo de un modelo resistente a los agentes naturales, pero que también hacía un guiño a la protección del medio ambiente al utilizar residuos como materia prima.

"El plástico de los vertederos de todo el mundo se está convirtiendo en un recurso valioso", aseguró Frank Blase, director general de Igus, con respecto a las soluciones que encuentra la empresa en pro de la sostenibilidad.

Actualmente, el 90% de la igus:bike está fabricado con plástico reciclado, incluidos el cuadro, los engranajes, las ruedas y los frenos. En total, se han sacado a la luz unos 16 kg de basura. Todos los componentes llevan integrados lubricantes sólidos y garantizan un funcionamiento en seco de baja fricción sin una sola gota de aceite.

Desde los rodamientos de bolas de dos componentes en las ruedas hasta los cojinetes de fricción en la tija del sillín, las palancas de freno y los pedales. Todas estas piezas llevan integrados lubricantes sólidos y garantizan un funcionamiento en seco de baja fricción. De esta forma se garantiza que la arena, el polvo y la suciedad no se adhieran.

Una correa dentada con piñón y plato también en plástico se encarga de transmitir la fuerza del ciclista, a través de las bielas y pedales también del mismo material.
Las bicicletas Igus de plástico son totalmente personalizables por el cliente, pudiendo elegir entre una infinita gama de colores y formas.

Otra de las características, es que una vez la vida útil de la bicicleta llega a su fin, esta se puede volver a reciclar en otra bici o cualquier otro componente de hecho plástico.

Los plásticos optimizados tribológicamente de Igus se utilizan con éxito desde hace mucho años y actualmente se emplean en más de 70 industrias: automóviles, tractores y robots, entre otros. Desde hace décadas tienen muchos seguidores en el sector de la bicicleta, donde llevan mucho tiempo demostrando su eficacia en bicicletas de montaña y bicicletas eléctricas.

El otro socio es MTRL, una start-up neerlandesa que ha conseguido colocar 400 bicicletas con cuadros y ruedas de plástico en las carreteras de los Países Bajos. La empresa de bicicletas empezará a producir y vender un modelo para niños y una bicicleta para adultos en las ciudades a finales de este año.

El lanzamiento en Alemania será a principios de 2023. También se han previsto otras versiones, como una bicicleta eléctrica. En el futuro, la bicicleta totalmente de plástico estará disponible tanto en una variante hecha de plástico nuevo como en una fabricada totalmente con material reciclado.

Los primeros prototipos, producidos y probados con éxito, estaban hechos de material procedente, por ejemplo, de viejas redes de pesca. La bicicleta para adultos de plástico virgen costará 1.200 euros, mientras que la de plástico reciclado tendrá un recargo de 200 euros.

La empresa estudia también la implementación de un sistema de monitorización de estado mediante los "smart plastics" de Igus, que permitiría usar el smartphone para ver cuántos miles de kilómetros más puede aguantar la bicicleta.

Cabe destacar que el representante no descartó la posibilidad de electrificar la bicicleta a futuro.
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