Así contaminan la atmósfera los incendios forestales

El 2021 dejó graves secuelas en materia de contaminación atmosférica, pero no sólo a raíz el reinicio de varias actividades industriales que había mermado su emisión de carbono como consecuencia de la suspensión causada por la pandemia, sino a casa de los voraces incendios forestales que se multiplicaron en distintas partes del mundo. Los focos ígneos de este año produjeron un total de 1.760 megatoneladas de carbono. 

Estos registros se recogen desde hace 19 años por el Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GFAS), del Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copérnicus (CAMS).

De acuerdo a la investigación, abril, julio y agosto sobresalieron como los meses con más emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) registrados como consecuencia de incendios forestales.

Según el científico senior y experto en incendios forestales de CAMS del Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM), Mark Parrington, "las condiciones regionales más secas y cálidas provocadas por el calentamiento global aumentan el riesgo de inflamabilidad y de incendio de la vegetación".   

Julio tuvo por un tiempo el récord en emisiones globales de 2021 con 343 megatoneladas de carbono liberadas a la atmósfera, un reconocimiento que le duró poco puesto que agostó registró números incluso mayores, con 378 megatoneladas de carbono a escala mundial.


Los científicos del CAMS centraron sus conclusiones en tres factores específicos: 

  • Las condiciones de sequedad y las olas de calor en el Mediterráneo contribuyeron a que esta región fuera propensa a registrar incendios forestales y sufriera varios de gran intensidad y rápida propagación, lo que generó una gran cantidad de contaminación por humo.
  • Julio fue un mes récord a escala mundial en el conjunto de datos del Sistema Mundial de Asimilación de Datos sobre Incendios (GAFS), con 1.258,8 megatoneladas de CO2 emitidas. Más de la mitad del dióxido de carbono se atribuye a los incendios en Norteamérica y Siberia.
  • Según los datos del GFAS, agosto fue asimismo un mes récord en materia de incendios, al emitirse a la atmósfera unas 1.384,6 megatoneladas estimadas de CO2 a escala mundial.
Pero los incendios forestales no sólo son factores de riesgo para el medio ambiente, sino también para el ser humano. Los focos ígneos en entornos naturales produjeron la muerte de más de 30 mil personas. 

Los fallecimientos "directamente atribuibles a la polución de los incendios" ascienden a 33.500 por año en el mundo, una cifra que ha aumentado en las últimas décadas y se espera que siga creciendo en el futuro, a causa del cambio climático. Así se desprende de la nueva investigación, que publica The Lancet Planetary Health y en la que han participado decenas de expertos de todo el mundo. 

El país donde el nuevo estudio ha identificado más muertes anuales asociadas a la contaminación de los incendios es Japón, con más de 7.000 fallecimientos en las 47 de sus ciudades cuyos datos se han analizado (la población nipona asciende 126,5 millones de habitantes). Le siguen México, con 3.000 muertes anuales en 10 ciudades, Tailandia (5.300 en 62 ciudades) y Sudáfrica (5.200 en 52 ciudades).

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