Las medallas de la Maratón de Córdoba serán fabricadas con tapitas de plástico

La Maratón 42K Recorre Córdoba promete convertirse en un hito para la historia local. No sólo porque la convocatoria supera todas las expectativas y más de 10 mil personas ya se inscribieron para formar parte del megaevento deportivo que atravesará algunos de los paisajes más emblemáticos de la ciudad, sino porque las medallas de la meta de llegada esconden una sorpresa: fueron fabricadas con tapitas de plástico. 

La CBA 42K es la prueba organizada por la Municipalidad que se llevará a cabo el próximo domingo. La competencia, que integra el calendario oficial de la Confederación Argentina de Atletismo, comenzará a las 7 de la mañana, con punto de largada y llegada en el estadio Mario Alberto Kempes, frente a la Facultad de Educación Física. Hasta el momento, ya se inscribieron 13.367 personas de todo el país.

Pero la mayor novedad es que la empresa Ecolif ya está utilizando 100 mil tapitas plásticas, aportadas por vecinos de la ciudad y reunidas a través de los diversos programas de reciclado que impulsa el municipio, para fabricar las preseas para los corredores. En total, se utilizarán 250 kilos de plástico. Ese material podría haber sido destinado al predio de enterramiento de Piedras Blancas. En cambio, se convertirá en preseas sustentables que colgarán del cuello de los corredores que crucen la meta de la maratón.

La propuesta se ajusta a la política de economía circular impulsada por el intendente Martín Llaryora, que apuesta por "otorgarle un nuevo uso y valor a elementos que hasta hace poco tiempo eran considerados basura y tratados como tal".

En este sentido, el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano, destacó que la gestión de Llaryora ha "intervenido de forma contundente en el mercado del reciclado, trabajando con cooperativas y el Ente Córdoba Obras y Servicios (Coys) para generar una política muy grande en recuperación y reciclado". 

"El programa Ecoaliados, por ejemplo, permite que barrios enteros y sectores de comerciantes reciclen la mayor cantidad de elementos posibles. Pero es el Estado el que impulsa la economía circular, desde los atriles hasta gran parte de los bancos de nuestras plazas provienen de la economía circular", destaca. 

En diálogo con Agenda 2030.lat, Siciliano enfatiza el alcance de las políticas de economía circular, que articulan el desarrollo sostenible con el reciclado y la recuperación de espacios públicos. Al respecto, subraya que a través del programa "Arte de nuestra gente", artistas locales ya han pintado más de 53 mil metros de murales urbanos en espacios seleccionados por los propios vecinos. 

"Reconozco en Martín (por el intendente Llaryora) a un cabeza dura cuando de hacer cosas se trata. Cuando se propone metas positivas para la ciudad, él no acepta el ´és difícil´ o el ´no se va a poder hacer´. Nos pide a los funcionarios que nos animemos a más y hemos logrado cosas en estos dos años de gestión que parecían que no se podían. Falta mucho, pero podemos pensar en una Córdoba que recupere ese brillo que algún día perdió", se entusiasma de cara los próximos dos años de gestión. 

De tapitas a medallas

Las tapitas fueron acopiadas  en el Centro Verde Inclusivo Ecofem desde los EcoPuntos distribuidos en la ciudad, a donde las llevaron los propios vecinos que efectuaron la separación  domiciliaria de residuos. El Ente Córdoba Obras y Servicios (Coys) tiene a su cargo estos programas y la operación de los Centros Verdes. Además, coordina la separación, acopio y depósito de los materiales. 

Sin embargo, el verdadero trabajo de alquimia lo lleva adelante un orgullo local: Ecolif. En el taller que los diseñadores industriales Iñaki Gorostidi y Luciano Caparroz montaron en 2017 en barrio Pueyrredón, la pyme utiliza las tapitas de plástico como materia prima para la fabricación de las medallas.

Cada tapa pesa 16 gramos y se necesitan siete para elaborar una medalla como las que se entregarán en la maratón del próximo domingo 5 de diciembre.

Según informaron, el proceso de fabricación se inicia con la selección de las tapitas clasificadas por color que llegan desde el Centro Verde y que luego pasan por una molienda del material hasta transformarlo en pequeñas virutas de plástico. La combinación exacta depende del color, tono y textura particular que se busca para cada objeto.

Para crear la forma del premio, el triturado pasa a una inyectora que funde el plástico y lo coloca a presión en un molde de aluminio. Al cabo de unos minutos, ya pueden verse dos medallas unidas por una pequeña pieza de descarte: otro pedacito de plástico que también se recicla.

"Una tapa de gaseosa que uno descarta, puede convertirse en un objeto útil y de calidad. No es un residuo", definió Luciano Caparroz. Mientras que a su turno, Iñaki Gorostidi señaló que se trata de "un proceso integral donde podemos diseñar un producto de alta calidad y con mucho interés en el mercado".

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