Primera exportación de etanol a través de oleoducto en Brasil

Brasil realizó su primera exportación a través de un oleoducto de etanol privado, que transportó el biocombustible desde las destilerías hasta el puerto donde fue embarcado rumbo a EEUU, marcando un hito en la logística eficiente y sostenible del país.

Los 40 millones de litros que se despacharon hacía California fueron introducidos al ducto en Uberaba, en el estado de Mato Grosso, recibiendo un complemento en la localidad de Ribeirão Preto, Sao Paulo, desde donde se dirigió al puerto de Ilha D’Água, en Río de Janeiro, antes de pasar por Paulínia y Guararema.

Logum, la compañía que opera oleoducto de etanol, es propiedad conjunta de la petrolera estatal Petróleo Brasileiro SA (Petrobras), el productor de azúcar y etanol Raízen, y la compañía de logística de azúcar y etanol Copersucar, con una participación de 30% cada una. El 10% restante es propiedad de Uniduto Logística.

¿Por qué es importante el etanol para Brasil?
Difícil despegar la industria del etanol de la del azúcar ya que es parte de una matriz agroindustrial que nace en el cultivo de la caña. Se estima que todo el complejo representa el 2% del PBI de Brasil, pero el etanol le agregó la pata energética al punto que el 15,7% de la oferta primaria de energía proviene de la caña de azúcar. Esto hace que Brasil tenga cubierta su matriz energética con un 43,5% de energías renovables, y triplique el promedio mundial de uso de energías renovables (13,2%). Más aún, el 72% de la flota de vehículos ligeros funciona con motores flex o totalmente con etanol.

"La utilización de un sistema de oleoductos para la exportación de etanol representa un verdadero hito en la construcción de una logística eficiente en nuestro país. Y Logum está contribuyendo a una página de esta historia. Ahorramos 800 viajes en camión, que serían necesarios para transportar este volumen de etanol", dijo el director general de Logum, Wagner Biasoli.

El proyecto para la construcción del oleoducto de etanol se inició hace diez años, cuando se creó Logum. La primera etapa de la inversión, por unos U$S 1.000 millones con la inauguración de una terminal receptora en Ribeirão Preto y la construcción de un ducto de 207 kilómetros hasta Paulínia. La segunda etapa entró en operación dos años después, en 2015, con la construcción de una terminal en Uberada y su conexión a la ciudad de Ribeirão Preto, que requirió de 143 kilómetros adicionales de ductos.

Según Logum, fue necesaria una segunda ola de inversión, por valor de U$S 500 millones, debido a que la infraestructura de Petrobras no sería suficiente para sostener el crecimiento de la demanda.

Exportaciones de etanol
Las exportaciones brasileñas de etanol han mantenido un ritmo creciente en los últimos años. En 2020, Brasil envió 2,67 mil millones de litros del biocombustible, un volumen casi 40% mayor al registrado en el año anterior, según datos del Observatorio de la Caña de Azúcar.

En 2021, los envíos suman 1.200 millones de litros, 9% más que lo exportado en el mismo período del año pasado. En el ranking de los principales destinos del biocombustible brasileño se encuentran Corea del Sur (36%), Estados Unidos (23%), India (6%), China (5%) y Holanda (5%).

Si bien el etanol tiene numerosos usos (fabricación de tintas, solventes, barnices, etc.), es como combustible en el sector del transporte donde se concentra el grueso del consumo en Brasil. Considerando que nuestro país vecino es el 4° mayor consumidor de productos derivados de transporte del mundo y el 1° mercado de combustibles de Sudamérica, no es de extrañar, que las políticas de estímulo de energías alternativas impactaran fuertemente en este sector.

En Brasil, el etanol ya había sido utilizado como aditivo de la nafta durante el período que va de mediados de los años 30 a mediados de los años 70, pero el despegue comienza en 1975 cuando se crea el programa Proalcool. Su objetivo expreso era promover la producción de etanol a partir de la caña de azúcar para su utilización en el transporte automotor, y disminuir la dependencia en las importaciones de combustibles fósiles.

Brasil comenzó con una mezcla obligatoria de etanol con nafta del 4,5% en 1975, para ir variando a lo largo de los años. En la presente legislación se contempla un rango de mezcla que va del 18% al 27,5%, pero el mandato actual, vigente desde marzo de 2015, establece el 27%.

El objetivo del gobierno brasileño es que los biocombustibles representen el 24% de todos los combustibles que utilice el transporte para el año 2030; al menos esto es lo acordado en el Acuerdo de París. Para ello tiene que aumentar la oferta de etanol a 54.000 millones de litros (hoy está cerca de los 30.000 millones).

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