Balance del nuevo acuerdo climático de la Unión Europea: una promesa de cara al 2030

La madrugada del miércoles 21 de abril de 2021 podría convertirse en un hito en la lucha contra el cambio climático: los representantes de la Unión Europea (UE) acordaron reducir en un 55 % sus emisiones de dióxido de carbono para 2030. Y en una segunda instancia se comprometieron a convertirse en agentes neutros para 2050. 

En rigor, las instituciones europeas se han comprometido a que de aquí a 2030 los países miembro tendrán que recortar en, al menos, un 55% sus emisiones de gases de efecto invernadero, con respecto a los valores de 1990.

El acuerdo se produjo tras intensas negociaciones entre el Europarlamento, que solicitaba una reducción de, al menos, el 60 %, y los líderes de los países del bloque, que acordaron el pasado noviembre una reducción del 55 %. La decisión se incorporará formalmente a la primera Ley Europea del Clima que pretende convertir en legislación el objetivo establecido por el Pacto Verde Europeo de "cero emisiones netas de gases de efecto invernadero de aquí a 2050".

"Estoy encantada de que hayamos alcanzado un acuerdo sobre este elemento central del Pacto Verde Europeo", declaró Ursula von der Leyen, presidenta del Ejecutivo comunitario. "Nuestro compromiso político de convertirnos en el primer continente climáticamente neutro para 2050 es ahora también un compromiso legal", agregó.

A su turno, el vicepresidente ejecutivo responsable del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, añadió: "Este es un momento histórico para la UE. Hemos alcanzado un acuerdo ambicioso para plasmar nuestro objetivo de neutralidad climática en una legislación vinculante que guiará nuestras políticas durante los próximos treinta años. La Ley del Clima dará forma a la recuperación ecológica de la UE y garantizará una transición ecológica socialmente justa. El acuerdo de hoy también fortalece nuestra posición en el mundo como líder de la lucha contra la crisis climática. Hoy es un gran día para nuestros ciudadanos y nuestro planeta".

El acuerdo fue adoptado como un mensaje firme de los 27 miembros de cara a la Cumbre por el Día de la Tierra organizada por el presidente estadounidense Joe Biden, que tuvo lugar el 22 de abril. Durante el cónclave convocado por la Casa Blanca se monitorearon nuevas medidas contra el cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero. 

"Estamos muy contentos con el acuerdo provisional alcanzado hoy. La ley climática europea es 'la ley de las leyes' que establece el marco para la legislación de la UE relacionada con el clima durante los próximos 30 años", dijo en un comunicado el ministro portugués de Medio Ambiente y Acción Climática, João Pedro Matos Fernandes, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la Unión Europea.    

De acuerdo a las proyecciones climáticas, era imprescindible que se aprobara esta disposición para que a partir de 2050 la Unión Europea sea la primera región climáticamente neutra, y no llegue a aumentar los 2 grados de temperatura, premisa adoptada a través del Acuerdo de París firmado en 2015. 
No obstante, no todas las reacciones fueron favorables: "La ley climática no está a la altura de sus ambiciones. En términos reales, esto es sólo una reducción del 52,8 %. No es el 'Pacto Verde' que necesita la UE y es insuficiente con respecto al Acuerdo de París", apuntó el eurodiputado verde alemán Michael Bloss.

Kelsey Perlman, de la ONG Fern, señaló, por su parte, que "persiste una gran incertidumbre sobre los bosques. La revisión de las políticas sobre el uso de la tierra tendrá que ser considerablemente más ambiciosa". En su visión, el acuerdo está "lejos de ser ideal", aunque admitió que "muestra claramente lo que cada sector económico debe hacer".

Además, varios eurodiputados lamentaron que el objetivo de la neutralidad de carbono se aplique colectivamente a toda la UE, pero no a cada estado individualmente, al contrario de lo que quería el Parlamento.

En tanto, el presidente del Comité de Medio Ambiente en el Parlamento Europeo, el eurodiputado liberal Pascal Canfin, señaló que "el Parlamento estaba obviamente dispuesto a ir aún más lejos, pero el compromiso alcanzado es ambicioso".

El objetivo primordial del acuerdo es una reducción neta de las emisiones, es decir, tener en cuenta la compensación de las emisiones de CO2 por los sumideros naturales de carbono. Sin embargo, ONG´s ambientalistas señalan que tal mecanismo incluye el riesgo de reducir así mecánicamente y no a gran escala el recorte real necesario en los sectores más contaminantes dado que no hace detalle en determinados sectores. 

Canfin hizo referencia a esta inquietud al comentar con la agencia AFP que "hemos limitado la proporción de sumideros de carbono que se pueden contabilizar en la meta de 2030. Esto nos permite sancionar una reducción bruta del 53 % y subir a una reducción del 57 % al integrar el compromiso de la Comisión de aumentar los sumideros".

El eurodiputado señaló que "establecer una meta es algo bueno, pero posteriormente hay que ordenar la legislación", en relación a la regulación sobre los grupos de intereses de cada sector económico que iniciarán campañas de cabildeo para limitar sus netos compromisos de reducción. 

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