Nuevas pruebas relacionan al cambio climático con la aparición de la pandemia

Como una verdad a voces que desde hace años se debate en lascomités de epidemiología, es sabido que el cambio climático es un factordeterminante para el desarrollo de pandemias. Ahora, por primera vez,científicos proporcionaron evidencia de cómo las consecuencias ambientalespudieron desempeñar un rol central en la aparición del SARS-CoV-2, conocido comoCovid-19 o directamente coronavirus.

El estudio, publicado en la revista Science Direct, revela cambios a gran escala durante el último siglo en el tipo devegetación en la provincia de Yunnan, en el sur de China, y las regionesadyacentes en Myanmar y Laos. Estas transformaciones en la física ambiental, propiciadasen parte por las emisiones globales de efecto invernadero durante el últimosiglo, han impulsado el crecimiento de hábitats de murciélagos.

Los cambios climáticos, incluidos el aumento de latemperatura, la luz solar y el dióxido de carbono atmosférico, que afectan elcrecimiento de plantas y árboles, han modificado los hábitats naturales dematorrales tropicales a sabanas tropicales y bosques caducifolios. Estascondiciones crearon un entorno adecuado para muchas especies de murciélagos queviven predominantemente en los bosques.

La cantidad de coronavirus en un área está estrechamenterelacionada con la cantidad de diferentes especies de murciélagos presentes. Elestudio encontró que otras 40 especies de murciélagos se han trasladado a laprovincia de Yunnan, en el sur de China, en el siglo pasado, albergandoalrededor de 100 tipos más de coronavirus transmitidos por murciélagos. Este "puntode acceso global" es la región donde los datos genéticos sugieren que puedehaber surgido el SARS-CoV-2.

De acuerdo al estudio, elaborado por Robert M. Beyer y Andrea Manica, de la Universidad de Cambridge; y Camilo Morac, de la Universidad de Hawái, enfatiza en que el cambio climático ha hecho que la provincia china de Yunnan sea la más adecuada para albergar especies de murciélagos, por lo que el Covid-19 podría haberse originado en esa región.

A través de un comunicado, el doctor Robert Beyer,investigador del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge yprimer autor del estudio, aseguró que "el cambio climático durante el últimosiglo ha hecho que el hábitat en la provincia de Yunnan, en el sur de China,sea adecuado para más especies de murciélagos".  El especialista, que recientemente obtuvo unabeca de investigación europea en el Instituto de Potsdam para la Investigacióndel Impacto Climático, en Alemania, sostuvo que "comprender cómo ha cambiado ladistribución global de las especies de murciélagos como resultado del cambioclimático puede ser un paso importante en la reconstrucción del origen delbrote de Covid-19".

Por qué migran las especies

Los investigadores de las casas de estudio de Cambridge yHawái diagramaron un mapa de la vegetación del mundo como era hace un siglo,utilizando registros de temperatura, precipitación y nubosidad. Luego cruzaroninformación sobre los requisitos de vegetación de las especies de murciélagosdel mundo para calcular la distribución global de cada una a principios delsiglo XX. Comparar ese mapa con las distribuciones actuales les permitió vercómo la variedad y el número de especies diferentes han ido rotando en todo elmundo durante el último siglo debido al cambio climático.

 "Cuando el cambioclimático alteró los hábitats, las especies abandonaron algunas zonas y setrasladaron a otras, llevándose sus virus. Esto no sólo alteró las regiones enlas que están presentes los virus, sino que muy probablemente permitió nuevasinteracciones entre los animales y los virus, haciendo que se transmitieran oevolucionaran virus más dañinos", describe Beyer. 

Algunos datos grafican con precisión la importancia de estaespecie en el vector del virus: la población mundial de murciélagos portaalrededor de 3.000 tipos diferentes de coronavirus, y cada especie demurciélago alberga un promedio de 2,7 coronavirus, la mayoría sin mostrarsíntomas. Un aumento en la cantidad de especies de murciélagos en una región enparticular, impulsado por el cambio climático, puede aumentar la probabilidadde que un coronavirus dañino para los humanos esté presente, se transmita oevolucione allí.

No obstante, la mayoría de los coronavirus transmitidos porlos murciélagos no pueden afectar a los humanos. Pero es muy probable quevarios coronavirus que se sabe infectan a los humanos se hayan originado en losmurciélagos, incluidos tres que pueden causar muertes humanas: el síndromerespiratorio de Oriente Medio (MERS) CoV, el síndrome respiratorio agudo severo(SARS) CoV-1 y CoV-2.

En el mismo sentido, la región identificada por el estudiocomo un punto crítico para un aumento de especies de murciélagos tambiénalberga pangolines, que se sugiere que actuaron como huéspedes intermediariosdel SARS-CoV-2. Es probable que el virus haya pasado de los murciélagos a estosanimales, que luego se vendieron en un mercado de vida silvestre en Wuhan,donde ocurrió el brote humano inicial.

Los investigadores instaron a los responsables políticos areconocer el papel del cambio climático en los brotes de enfermedades virales ya abordar el fenómeno como parte de los programas de recuperación económica deCovid-19. "El hecho de que el cambio climático pueda acelerar la transmisión depatógenos de la vida silvestre a los humanos debería ser una llamada deatención urgente para reducir las emisiones globales", concuerdan. 

“La pandemia de Covid-19 ha causado un daño social yeconómico tremendo. Los gobiernos deben aprovechar la oportunidad de reducirlos riesgos para la salud de las enfermedades infecciosas tomando medidasdecisivas para mitigar el cambio climático", explica la profesora AndreaManica, del Departamento de Zoología de la Universidad de Cambridge, quienparticipó en el estudio.

Como conclusión, los investigadores resaltan la necesidad delimitar la expansión de áreas urbanas, tierras de cultivo y terrenos de caza enhábitats naturales para reducir el contacto entre humanos y animales portadoresde enfermedades.    

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